La CDMX nos recibió con toda su calidez y alegría de siempre, tanto la presentación de mi nuevo libro “Maluhia, la ciudad feliz” como mi Seminario de Ho’oponopono fueron una gran oportunidad para limpiar y prepararnos para estos últimos meses del año, haciendo de la paz interior nuestro estilo de vida.
Ya tuvimos nuestras primeras experiencias juntos aquí en Teotihuacan y un dia aqui se siente como una semana.
Estas tierras nos recibieron con una energía única y toda la magia de la sabiduría ancestral. Sé que luego de esta travesía no seremos los mismos. Gracias Dios por este regalo.
También te quería contar que ya puedes dejar tu pregunta para la clase de Preguntas y Respuestas de este mes, hablaremos sobre lo poderoso que puedes ser, porque ¡Tú eres la Sal de la vida!
La sal es un elemento familiar de cualquier cultura, pues desde siempre se ha utilizado para dar sabor a la comida (ver Jb 6,6). Incluso, luego de la aparición del frío industrial, era prácticamente el único medio de preservar de la corrupción a los alimentos, especialmente la carne. Pero además en la cultura bíblica y judía, la sal significaba también «sabiduría» (ver Col 4,6; Mc 9,50). Y no en vano en las lenguas latinas los vocablos sabor, saber y sabiduría pertenecen a la misma raíz semántica y familia lingüística.
Una persona vive insípidamente probando todo en esta vida tratando de llenar sus vacíos. Al igual que el Rey Salomón, luego de apartarse de Dios para tratar de llenarse de los placeres del mundo llegó a la conclusión de que todo era vanidad (vanidad es algo hueco o vacío), y que nada puede satisfacer al hombre sino solamente la presencia de Dios (Ec 12:8, 13).
Nosotros sabemos mejor. Somos la vanguardia de la futura evolución del hombre. Somos portadores de las semillas del futuro. Seamos cada vez más salados (sabios), conectémonos cada vez más con nuestra verdadera identidad y cumplamos con nuestro propósito.
¡Atrae más paz y felicidad a tu vida!
En la teleclase de este mes puedes participar desde cualquier lugar del mundo. Una vez grabada la clase, puedes escucharla tantas veces como quieras. Además, por un mes te unes a nuestra Familia Ho’oponopono y recibes todos los beneficios del Programa de Apoyo, las 24 horas.